La industria del videojuego nació en el año de 1971 con juegos en 2D como Pong. A lo largo de este tiempo, se ha visto un marcado cambio en esta dinámica.
Desde las consolas, como el primer Nintendo, la historia que acompaña a este sector ha ganado una creciente importancia en lo que es la actividad de jugar videojuegos.
Hoy en día, se estima que la industria de los videojuegos genera más de 90 billones de dólares al año. De acuerdo a la revista Time, un jugador pasa en promedio seis horas a la semana jugando algún tipo de juego.
Sin embargo, ya no sólo basta con generar un rato de entretenimiento en el gamer, sino que viva toda una experiencia distinta a través de los retos, efectos, narrativa, y todo el arte que ahora se produce en el mundo de los juegos de videos.
Es tan artística actualmente la producción de los videojuegos que el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el 2014, ya tuvo una galería en la que presentó varios juegos como obra de arte en sus paredes. Y el Museo Smithsonian, en el 2013, declaró como arte a los videojuegos e incluso tienen en su colección piezas de los mismos.
La tecnificación y la producción artística de los videojuegos es clara, detrás de este hay cientos de personas trabajando en un sólo videojuego. Se involucran guionistas, diseñadores, músicos para componer la banda sonora, programadores, hasta psicólogos para ver los efectos o sentimientos que quieren causar en el jugador. Tan sólo en la cuestión de animación, hay equipos de hasta 60 personas y 12 personas trabajando en la inteligencia artificial.
Y seguramente el continuo avance tecnológico hará que cada vez los videojuegos cuenten con más elementos creativos e innovadores, para el deleite de los gamers.
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